Ciudad que le vio crecer y que supo plasmar en su sencillez, en su romántica rusticidad y en su plenitud más cosmopolita. Recuerdos de su juventud, recuerdos cubiertos de esa niebla leridana que todo lo tamiza, que todo rodea en la nostalgia, que ayuda a forjar ese romanticismo que un poeta sabe guardar en su corazón.